05 diciembre 2006

Poco cuesta

Agradecer su labor a la señora que hace que sea agradable entrar en un baño público por encontrárselo impoluto, es de esas chorradillas que no cuestan nada, y que deberían ser algo diario. Sin embargo, no es usual entre los pijos estudiantes que utilizamos la biblioteca que nos fijemos en esos detalles, como la señora sudamericana -aunque no tendría por qué serlo- que trabaja con sencillez, sin llamar la atención y que hace que al entrar en el baño nos sintamos como en casa. Ayer le di las gracias, y tengo que reconocer que me dio algo de vergüenza hacerlo, porque no es algo usual, aunque debería ser usual y normal. Ella asintió como devolviéndome las gracias. Supongo que le gustó que lo hiciera.

Creo que a todo el mundo le gustaría que le dijeran que hace bien su trabajo y se lo agradecieran. Para mí, como usuario, el trabajo de esa señora tiene más valor que el de muchos cargos públicos y privados considerados normalmente más importantes.
De nuevo muchas gracias.