El infierno en la tierra

En 1940 se creó el campo de concentración de Auschwitz. En principio fue destinado a cárcel de prisioneros polacos, pero viendo su estratégica posición y sus perfectas comunicaciones ferroviarias decidieron convertirlo en el centro del exterminio del pueblo judío y de los presos que les resultaban más "incómodos"
Pero el campo Auschwitz I enseguida se quedó "pequeño", con más de 20.000 prisioneros, y decidieron construir otro campo mucho más grande, llamado Auschwitz II-Birkenou.

El campo I se reconoce enseguida por su famosa puerta donde se puede leer "Arbei Macht Frei", es decir, "El trabajo os hará libres" Cada dia los prisioneros cruzaban esa puerta con la frase irónica al son de una orquesta para ir a trabajar. Claro, que enseguida comprobaban cómo el exceso de trabajo y el mal trato sistemático "les hacía libres". Los generales al llegar les decían que sólo saldrían del campo definitivamente por un sitio, señalando a la chimenea del crematorio.

Nada más entrar al campo I se te ponen los pelos de punta, y esa sensación de carne de gallina te dura varias horas. Luego no te puedes quitar de la cabeza lo que has visto y lo que has escuchado.

El campo II es gigantesco, y está parcialmente destruido, ya que los alemanes no querían dejar pruebas de la barbarie. Por ello destruyeron la mayoría de los barracones de madera, que eran 90, y las 5 cámaras de gas que tenía el campo junto a sus respectivos crematorios.

El sistema de funcionamiento era el siguiente:

Los alemanes hacían prisioneros sobre todo a los judios, gitanos y algunos polacos, y les metian hacinados en un tren diciendoles que les mandaban a fábricas a trabajar. En el tren muchos morían por los varios dias que pasaban sin agua y sin comida, y sin sitio para poder sentarse. Una vez que llegaban al campo, tras atravesar la famosa puerta, les hacían bajar del tren y un "médico" nazi les examinaba para ver si eran aptos para el trabajo y tenían pocas o ninguna "imperfeccion". Después con un simple giro de dedo pulgar les colocaba a la derecha o a la izquierda, separando los que iban directamente a "las duchas" de los que entraban en el campo. El 30% de la gente, que tenían la "suerte" de ahorrarse la "ducha", eran de nuevo dividos de la siguiente manera:

Hombres a los barracones de madera, barracones en los que cabían como máximo 400 personas pero que los nazis no tardaron en apovechar para meter el doble. ¿Como? Muy simple, haciendo ocupar cada litera por 6 personas. En estos barracones solo había para calentarse una pequeña estufa, y para que os hagais una idea, este invierno han llegado a -30ºC

Mujeres a los barracones de ladrillo.

Niños a los experimentos que hacían los científicos nazis tales como probar gases, injertos de piel, etc. Para estos experimentos eran especialmente valorados los gemelos o mellizos, porque así veían si la reaccion de sus cuerpos era la misma.

Los que iban a la cámara de gas eran obligados a desnudarse y a abandonar sus pertenencias con la excusa de la ducha de desinfección. Después metían a 2000 personas juntas en la cámara, la inundaban con 5 kilos de gas Zyclon-B y en 15 minutos estaban todos muertos. Después había una especie de comando de la muerte, compuesto por 20 presos que quemaban todos los cuerpos, a menudo de familiares o amigos, y después también eran asesinados para no dejar testigos.

A los presos que tenían la suerte de librarse de la cámara de gas les daban de comer una taza de café por la mañana, y después sopa sin carne ni nada, hecha casi siempre con agua no potable, y un trozo de pan. Durante el día los nazis les hacían trabajar a ritmo inhumano, y al que no podía más lo asesinaban directamente.

Luego también existían las cámaras de tortura y castigos como por ejemplo meter 4 personas en un agujero de 90 x 90 centímetros por la noche de forma que no se podían sentar y al día siguiente tenían que trabajar como si nada. Este castigo se aplicaba por ejemplo por pararse a recoger una manzana.

No hay registros de los muertos en las cámaras de gas, pero se han encontrado facturas de compra del susodicho gas, en el que aparecen toneladas. Con ellas se ha estimado que como mínimo murieron 1.500.000 personas en Auschwitz. Sí, no me he pasado con los ceros, los nazis alemanes asesinaron a un millón y medio de presos indefensos porque "pertenecían a una raza débil que naturalmente debía ser exterminada porque en la naturaleza el débil muere".

Hay mucho más, pero creo que es más que suficiente.