La diferencia entre vivir y VIVIR

La vida se puede vivir de muchas maneras, pero si realmente queremos disfrutarla sólo hay un camino: vivirla poniendo pasión en todo lo que hacemos. Es realmente difícil porque necesitas un buen estado de ánimo y mucha motivación, pero cuando lo consigues no pisas el suelo, y puedes disfrutar como nunca de las cosas más insignificantes. Y además descubres vivencialmente que la sencillez y la humildad es auténtica felicidad.

La pasión es lo que nos hace sonreir sin motivo,
es lo que nos hace estar contentos por cualquier cosa
es lo que nos permite disfrutar un día concreto de cosas que suceden todos los días, como una puesta de sol, o una estrella fugaz,
es lo que hace que no cambies ni por todo el oro del mundo, una guitarra, una botella de cacique y una agradable compañía ( a ser posible que sepa tocar la guitarra, si no, se hace lo que se puede ;) )
es cuando alguien comparte contigo buena noticia y te alegras por esa persona más que ella misma,
es lo que nos hace correr más, saltar más lejos, llegar más alto,
es cuando estás cansado de trabajar o de estudiar, o estresado y aun así eres capaz de sacar una sonrisa sincera,
es lo que hace que inconscientemente transmitamos alegría sin parar y la gente esté a gusto con nosotros en todo momento,
es lo que nos hace sentir un fuego interno invencible,
es cuando los que tenemos la suerte (para mí) de creer en Dios, le sentimos dentro de nosotros con toda su fuerza y todo su poder de hacer el bien, y de vivir para los demás con pasión y con compasión.

No somos conscientes de lo poderosos que somos, de cómo podemos cambiar el día de una persona incluso desconocida simplemente con una sonrisa, o con una mirada, o con un gesto. Puede que al final del día esa persona desconocida recuerde esa sonrisa, o esa mirada, o ese gesto y en su fuero interno dé gracias de que existamos y de que nos hayamos cruzado en su camino.

A vivir (con pasión) que son dos días ;)