27 julio 2006

Algo difícil de entender

Hoy es de esos días en los que la vida te pone en tu sitio y te cuesta comprender muchas cosas que suceden a tu alrededor. Es de esos días en los que cuesta comprender la voluntad de Dios. Lo siento, pero me parece injusto que una madre se vaya con 43 años, dos hijos y un marido. Pese a ello, no queda más remedio que aceptar esa voluntad, aunque no la comprenda.

No he tenido el gusto y el honor de llegar a conocerte, pero he tenido la suerte de conocer parte de tu obra:
a tu hijo Jorge.

Isabel, allá donde estés, muchísimas gracias por tu legado, por la oportunidad de conocer a tu hijo,
por haber podido compartir con él tantas cosas,
por su conversación nunca vacía,
por su mirada profunda,
por su sonrisa eterna,
y por esa carta al apóstol Santiago inspirada en tí.

Nada ni nadie podrá llenar el vacío que dejas, sobre todo en tus hijos y en tu marido.
Debes estar muy orgullosa de las huellas que has dejado en tu camino.
Mereces el cielo por ello, y seguro que desde allí sigues cuidando de "tus niños" de alguna manera.

Querida Isabel, descansa en paz con el Padre y pídele que dé fuerzas, fe y esperanza a tu familia ahora y siempre.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me quedo sin palabras ante tu último post... esa sensibilidad es señal del reino de Dios.

Un abrazo y una oración por Isabel, por Jorge y su familia!

6:09 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home